Ideas y voces: Expresiones artísticas desde el alma

Arte gótico en San Salvador

Por: Iván Escobar

El mundo gótico al igual que la cultura del rock en El Salvador por lo general es asociada a la oscuridad, a la violencia, a lo malo o negativo, sin embargo está no es más que la expresión artística de hombres y mujeres que se dedican a impulsar el arte del alma.

Pocas veces los salvadoreños y salvadoreñas tenemos oportunidad para conocer más acerca de la cultura gótica, primero las barreras que la misma sociedad crea a partir de la estigmatización de la sociedad difundiendo conceptos equivocados o distorsionados.

En ese marco, un grupo de jóvenes poetas, artistas, escritores y creativos unieron esfuerzos para desarrollar el “I Festival Gótico. Manos de Cera”, el cual se desarrolló a plena luz del día en el corazón de San Salvador.

La Casa Tomada del Centro, un nuevo espacio cultural ubicado en las cercanías del parque San José, fue el escenario en el cual las góticas y góticos salvadoreños, abrieron este fin de semana -20 de abril- el Primer Festival, que permitió a muchos tener contacto con la mítica cultura gótica.

Hombres, mujeres y niños, y sobre todo buen número de jóvenes se dieron cita a este encuentro que tuvo lugar por un aproximado de siete horas, en las cuales la antigua vivienda que hoy alberga a La Casa Tomada, alojó las diversas expresiones artísticas del arte proveniente del alma.

Desde su interior el visitante logra entrar a un mundo único, un ayer incrustado aún en el presente siglo XXI.

La actividad única en su género hasta hoy en El Salvador, de acuerdo a los organizadores fue todo un éxito, y permitió un contacto directo con la población para dar a conocer el arte de muchos que crean en la oscuridad, escriben entre las tinieblas de sus pensamientos y pulen sus obras cual fuera la piedra del diamante más bello y valiosas.

La actividad además contó con la presencia de jóvenes músicos que deleitaron con sus melodías a los asistentes, quienes también tuvieron la oportunidad de disfrutar de grandes obras cinematográficas, como el clásico “Nosferatus” o “Freacks”.

También se dio un espacio para el comercio de arte gótico, bisutería elaborada por manos salvadoreñas, y mentes creativas inspiradas en el arte gótico del alma.