1 oct 2007

Al oído de los periodistas



¿Campañas electorales o demandas de la población?

Por: Gloria Silvia Orellana

Las últimas noticias de las candidaturas de la izquierda y las precandidaturas sorpresivas y emergentes de la derecha, que obdecen a la estrategia "política de marketing", acapararon las páginas principales y notas de entrada los últimos días en los medios de comunicación por su actualidad periodística, bien por ellos, pero ¿qué ocurre con la población?

Ya los entrevistadores han comenzado a buscar los lados oscuros a la fórmula de izquierda y timidamente a señalar algún "resquicio de inconformidad". En cuanto a los candidatos "sorpresivos, en el partido oficial, que llevará a una debacle interminable sobre su idoneidad o los apoyos que poseen.

Y pregunto ¿Qué pasó con la población y sus demandas?, sin rasgarme las vestiduras, sin ser purista de los cánones éticos, ni defender utopías, invito a mis colegas a desempeñar el trabajo más interesante de la producción humana: la comunicación de ideas y la formación de opinión desde los intereses de la sociedad civil.

Dirán muchos, que las líneas editoriales de los medios de comunicación inciden grandemente en los temas y opiniones… es cierto, pero también podemos potenciar a la gente enseñándole que el concepto de "funcionario público" no significa "pasó a mejor vida" sino a ser un servidor del pueblo.

Que la gente comprenda que sus derechos a la vida digna, desarrollo económico, social y cultural se encuentran reconocidos y protegidos por la Constitución de la República, que exige al Estado salvadoreño su cumplimiento. Optemos por el periodismo comprometido con la sociedad civil.

Por eso creo, en mi humilde opinión, que en lugar de quedarnos en el "lleva y trae" de los políticos, que viven de eso "…es parte del show", han dicho algunos "…off de record", busquemos salidas viables para la gente.

No permitamos que estos funcionarios se ufanen amenanzando con sus decisiones políticas amañadas, en defensa de su propio "toma y daca" a la población salvadoreña, dejándola en total vulnerabilidad.

No quitemos el dedo del renglón sobre el Anteproyecto de Salud, no porque las organizaciones sociales digan que se va a privatizar, sino porque a diario nos damos cuenta, por medio de la gente, que no existe un sistema sanitario eficiente, que muchos infantes y adultos han muerto por falta de medicamentos o por negligencias médicas. Esa realidad está ahí y no nos podemos hacer los desentendidos.

No podemos omitir de la agenda diaria la situación de riesgo mortal en la que se encuentra la gente del municipio de San Juan Opico, en Sitio del Niño. No ignoremos la mirada triste de Marcelita, mientras es cargada por su abuela demandando el cierre de la RECORD, que les esta robando sus vidas silenciosamente.

No omitamos el tema de los migrantes salvadoreños que, en caravanas de 700 personas, abandonan el país diariamente y se juegan la vida en búsqueda del "sueño americano" que no existió nunca, porque cada moneda ganada, es un dolor intenso del alma y un despojo de su arraigo familiar y cultural. Esto no lo cura ningún pomposo discurso o un monumento de "hermano lejano" … que producen remesas a la economía de forma permanente.

En el "País de la Sonrisa" o de la "Indignación Permanente" no se puede obviar las necesidades de los deportados, esos doblemente rechazados, sus historias , sus carencias y la solución para que se queden en su tierra y no volver a ese inhóspito Norte.

Ni pensemos en olvidar a los salvadoreños y salvadoreñas, que quedaron en Honduras, en el exbolson de Nahuaterique, quienes se encuentran a la espera legal de la tenencia de la tierra, para dar viabilidad a sus proyectos que impediría, a mediano plazo , la migración incensante, que baña de sangre a este país.

Asimismo, la incertidumbre ante la ausencia en la aplicación justicia que muchas personas esperan de forma paciente, les sea cumplida y que abarca los ámbitos de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales.

Ahora que la campaña electoral inicia, los candidatos van a prentender saturar con sus discursos y plataformas programáticas de gobierno de corte "general", "bucólicas" o de "ficción" a la población, entonces hagásmolos trabajar y preguntemos qué soluciones darían a las demandas de la población, y cumplir con el carácter constitucional del concepto de "Soberano" que le pertenece a los ciudadanos.

Búsquemos los compromisos y la integración, más que destacar los selañamientos de las campañas sucias y negras, que se lanzarán los partidos mayoritarios en detrimento de sus adversarios, porque en esa "carnicería política" los temas de gran envergadura y de urgente solución pasan sin pena ni gloria al olvido. Ese periodismo al servicio de políticos no vale, hagámoslo por la gente.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Quién maneja la agenda. Hasta ahora la balance es favorable a los políticos, quienes están proyectando a sus candidatos y posibles estrategias usando las noticias. Los medios quedan como parte del arsenal electoral. Hay que invertir la ecuación, como tu bien lo señalas.