El papel de los periódicos

Por MJ & SL

Era un día soledado, el bus (de la ruta 9) iba hasta el copete cuando de repente se subió un voceador de un periódico local. "Lleve Diario El Mundo; lea cuántas cirugías se ha hecho Michael Jackson y cuánto subirá la economía en el 2007", propuso.
La propaganda cayó en tierra fértil; no terminaba de anuciar los titulares cuando una señora (piel blanca) de apariencia chalateca sacó, impaciente, una cora y solicitó un ejemplar.
En mi pensamiento ingenuo y optimista pensé: vaya por lo menos la gente ya se interesa por leer, tal vez es cierto que hay menos analfabetas, como dice el Ministerio de Educación.
Siguiendo el instinto metido de los periodistas le pregunté ¿Le gusta leer o lo compra pora entretenerse?, ¿cómo, que dice? contestó distraida, la mujer, mientras metía el periódico en una cesta de plástico, ¿Que si le gusta leer? le repetí.
Segundos después la mujer me sorprendió con una respuesta que me dejó atónito."Yo eso de la lectura no se nada. Compro el periódico para encender el fuego porque en el cantón donde vivo ya no hay ni olotes", dijo con la mayor naturalidad del mundo.
La respuesta no dejó de entristecerme, pues se que después de leerlo, en muchas casas, el periódico se utiliza como papel higiénico y para fabricar cohetes de Navidad, pero, no creí que alguién lo comprara exclusivamente para enceder fuego.
Internamente, la respuesta, me llevó a otra interrogante ¿tan mal estamos? ¿será ese es el verdadero papel de los periódicos en El Salvador?.
Claro desde mi trinchera de periodista se que mi papel no sólo debe ser escribir noticias para que las chamusquen o para que se las pasen por la nalgas. Sin ánimos de ofender a los compañeros periodistas de otros diarios, hay que reconocer que existen periódicos que escriben "caca", y no les importa con tal de seguir la línea de la derecha y los intereses mezquinos de la gente en el poder.
Así que compañeros demosle el verdadero papel a los periódicos que hasta donde yo sé son: entretener, informar y sobre todo orientar a los más desprotegidos, sobre el camino a seguir.