Comunicado de prensa
Reporteros Sin Frontera
6 de marzo de 2008
"Cada vez hay más mujeres periodistas, militantes, bloggers o simples internautas, que padecen la represión de gobiernos autoritarios, o las amenazas de grupos religiosos cuando defienden sus derechos. Encarcelamientos, brutalidad, procedimientos judiciales, amenazas de muerte : todos los medios son buenos para impedir a esas mujeres reivindicar sus derechos", ha declarado Reporteros sin Fronteras."Hoy tenemos que apoyar a las, y los, que intentan expresarse libremente sobre la condición de las mujeres. Un tema que ya no tiene que ser tabú.
Es inaceptable que en 2008 todavía se pueda encarcelar, o amenazar de muerte, por abordar libremente esta cuestión", ha añadido la organización de defensa de la libertad de prensa.
En Irán son muchas , y particularmente activas, las ciberfeministas, estas nuevas militantes de la libertad de expresión que utilizan el Net para intentar escapar a la censura. Pero también se encuentran en el punto de mira del gobierno del presidente Mahmud Ahmadinejad.
En un año han detenido a más de cuarenta, entre las que hay 32 periodistas y bloggers.Se manifestaban por las calles de Teherán para reivindicar sus derechos y a continuación hablar de esas marchas de protesta en sus blogs, o en los medios de comunicación digitales. Algunas de ellas pasaron varias semanas en la cárcel y todas se encuentran en libertad con fianza, inmersas en procedimientos judiciales.
En abril de 2007, el Ministro de Inteligencia dijo que esas mujeres llevaban a cabo acciones "subversivas", y que estaban "a sueldo del extranjero".
El 28 de enero de 2008 fue suspendido el mensual Zanan, tras haber sido acusado de "comprometer la salud mental de las lectoras". Más de treinta colaboradoras de la revista perdieron entonces su trabajo.
Por otra parte, el 3 de marzo de 2008, a Parvin Ardalan, redactora jefe del sitio de Internet Wechange, que defiende la causa de las mujeres en Irán, le prohibieron salir del territorio.
Galardonada con el Premio Olor Palme 2007 de los derechos humanos, las autoridades le detuvieron cuando embarcaba en un vuelo hacia Estocolmo. Le quitaron el pasaporte, por orden del fiscal general de Teherán.Fue detenida en junio de 2006 tras organizar una manifestación pacífica, pidiendo el fin de las leyes discriminatorias para las mujeres en Irán.
En Afganistán es un hombre quien hoy arriesga su vida por defender los derechos de las mujeres. Sayed Perwiz Kambakhsh fue detenido el 27 de octubre de 2007 en el norte del país, y acusado de "blasfemia y difusión de manifestaciones difamatorias del Islam".
Las repetidas presiones del Consejo de los Mulás y de las autoridades locales consiguieron, el 22 de enero de 2008, que al joven periodista de 23 años le condenaran a la pena de muerte, en un juicio a puerta cerrada y sin abogado. Sayed Perwiz Kambakhsh estudia periodismo en la Universidad de Balkh y es reportero del periódico Jahan-e-Naw ("El Nuevo Mundo").
Había utilizado unos artículos, sacados de un sitio de Internet iraní, que reproducían las suras del Corán que se refieren a las mujeres; un controvertido documento del que ha probado que no es el autor.
En ese país, los más conservadores consideran que aparecen demasiadas mujeres en las pantallas de las televisiones locales, y pretenden que se apruebe una ley que exija respetar "los códigos indumentarios religiosos".
En febrero de 2008 unos desconocidos, que se presentaron como representantes de los talibanes, amenazaron de muerte a tres mujeres periodistas en Mazar-e-Charif. Los desconocidos advirtieron a una de ellas, en los siguientes términos: "Ten cuidado, si sigues apareciendo en la tele podemos secuestrar a tu hermana, tu madre y otros miembros de tu familia". A pesar de sus demandas, no han conseguido protección policial.
Finalmente, cuando ha pasado cerca de un año del asesinato de Zakia Zaki, directora de la Radio de la Paz y conocida por denunciar los abusos cometidos con mujeres, la policía sigue sin detener a los culpables.
En India, Taslima Nasreen vive de nuevo bajo protección policial, desde noviembre de 2007.
Está amenazada por sus obras, que denuncian los atentados a los derechos de las mujeres cometidos en nombre del Islam.
A finales de enero de 2008, con ocasión de su viaje a India, Nicolas Sarkozy quería entregarle en mano el Premio Simone de Beauvoir por la libertad de las mujeres, que le había sido concedido. Pero tuvo que renunciar a hacerlo para no ofender a las autoridades locales, presionadas por influyentes grupos musulmanes.
Nawal Saadawi, escritora egipcia y fundadora de la Asociación Arabe para la Solidaridad de las Mujeres, ha corrido la misma suerte. Amenazada y denunciada ante la justicia, ha abandonado su país y se ha refugiado en Europa.
En Argentina, el caso de Claudia Acuña ha impactado en las conciencias. Fundadora de la agencia de prensa digital La Vaca y del diario MU, afiliado a ella, la periodista es también autora de un destacado libro de investigación sobre la prostitución en Buenos Aires, en el que denuncia la implicación de algunas autoridades.
De ahí, según ella, el acoso policial que sufrió a lo largo del mes de julio, con unos funcionarios controlando sistemáticamente la identidad de las personas que intentaban acudir a su domicilio.
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