31 dic 2007

Una reflexión de cierre de año


Por: Iván Escobar


A pocas horas para que finalice el 2007, quiero compartir con ustedes algunas reflexiones generales con respecto a los hechos suscitados en los últimos doce meses. Es para mi importante, en primer lugar, haber materializado un espacio en la web, que desde hace seis meses ha venido abriendo espacio, por eso quiero dar gracias especiales a los que no han seguido en este primer paso, el cual esperamos en el 2008, desde IDEAS Y VOCES, aumentar.

También gracias a los colegas que han creído en el proyecto y que tenido a bien retomar algunos elementos publicados en el blog y apoyando con sus escritos.

La verdad que estamos finalizando un año difícil, en el cual El Salvador además de estar sumergido en una precampaña electoral, esta sufriendo los altos costos de la vida, que en el último trimestre se dispararon en todos los rubros.

Lastimosamente el crecimiento económico al cual hace auge el gobierno, no es compartido por la gran mayoría de la población, tanto de escasos recursos como de capa media, quienes ahora enfrentan tanto el impacto directo del alza en los precios de los combustibles desde el uno de diciembre pagan un nuevo impuesto de $0.10 centavos de gasolina. Este último elemento impacto mayormente, y fue una medida del gobierno para según ellos “frenar el alza en el pasaje del transporte público”, sin embargo el impacto fue mayor, porque al final los precios de la canasta básica se dispararon al cielo, impuestos y todos los servicios en general, que han mantenido a los salvadoreños en una verdadera crisis.

El gobierno ha anunciado una serie de medidas para apalear esta situación, sin embargo analistas y sectores de oposición consideran que son “populistas” y “demagogas” que al final tiene un componente político-electoral, que sin duda obedecen a la cercanía de un año de mucha intensidad electoral.

La violencia fue otro elemento que no falto en el último año, de hecho los niveles continuaron iguales a los del 2006, lo que significada que las políticas gubernamentales para combatirla no funcionaron. Y para muestra un botón, en el centro capitalino en diciembre hubo cientos de asaltos en autobuses del servicio público, que afectaron sin duda al sector poblacional más pobre de este país, sin que hasta la fecha sepamos que acciones se tomaron. Es más las autoridades cerramos el año, y no hicieron capturas de delincuentes, pese a las múltiples denuncias de la población. Ojala que este último día del año, la violencia no siga cobrando víctimas.

El otro elemento que cargamos por todo el año, y seguiremos soportando en el 2008, son las acusaciones estériles entre las principales fuerzas políticas, de cara a los comicios de 2009, que siguen matizando a nuestro país altamente polarizado; en donde las terceras vías no tienen vida y los que no se unen a una u otra fuerza, no tienen posibilidades de cuestionarles. Un aspecto altamente negativo, para nuestra insipiente democracia que desde hace 15 años, trata de reconstruir una sociedad equitativa y acorde a las necesidades de la población, tal y como se pactaron en 1992, los Acuerdos de Paz, por el entonces gobierno en turno y la entonces guerrilla salvadoreña.

Un peligro a la democracia

Sin duda el año lo cerramos con situaciones alarmantes y luces que nos advierten eminentes peligros, las violaciones a los derechos humanos y el irrespeto al trabajo que cada día desarrollamos hombres y mujeres en la prensa nacional.

Lastimosamente y tal como lo han denunciado las principales gremiales de periodistas de El Salvador –APES y SINPESS-, el trabajo de la prensa quedó empañado y atropellado por parte de autores fundamentales de esta sociedad, incluido el gobierno central. Es ahí que lamentamos los crímenes de dos colegas, que aun no están claros los motivos; el encarcelamiento y procesamiento por actos de terrorismo de una periodista institucional; despidos en diversos medios de comunicación en los últimos días y la incertidumbre laboral en la cual se encuentran muchos colegas, con la llegada del período preelectoral. Esperamos que estos problemas en el 2008, los superemos y logremos definitivamente avanzar a una sociedad respetuosa de los derechos de las personas.

Desde este espacio les deseamos un Feliz Año Nuevo.

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