¿Donde quedo el patriotismo salvadoreño?, ese amor por la patria y el esfuerzo por hacer un mejor país, creo que en puras habladurías de los gobernantes, de la oposición y del mismo pueblo salvadoreño que le fue indiferente el sueño de 217 jóvenes.
Jóvenes sanos, sin vicios, con anhelos de ser mejores personas y de demostrar que en El Salvador, ese pequeño país de Centroamérica, no solo existe la violencia, una tasa de homicidios de 9 personas diarias y los “malacates” de los cuales se habla tanto y sin dejar de lado a los famosos “mareros”.
Es lamentable que a esos jóvenes a los cuales no se les pudo ayudar para cumplir un sueño, y acudir al desfile mas importante en los Estados Unidos y últimamente para la comunidad de salvadoreños que residen en tierras norteamericanas, como es: Desfile de Las Rosas.
Me sorprendí y a la vez me indigne al saber que los 217 jóvenes llegaron a suelo angelino – lugar en el cual me encuentro -, después de recorrer más de 200 millas, con una o mil dificultades: hambre, sueño, obstáculos legales, que fueron superados por con muchas ganas de lograr el sueño.
Fue acá donde me entere que no existió una buena organización para recaudar los fondos para que los jóvenes que conforman la banda de nuestros “Ángeles de El Salvador”, para que pudieran viajar en avión, hospedarse en un buen hotel y alimentarse.
Fue en tierras estadounidenses donde también me entere que no hubo apoyo del gobierno, de la secretaria de la juventud especialmente que es la que promueve “el apoyo a este sector”, no hubo apoyo de la empresa privada, ni de nadie. Lastimoso pensé, tras sentirme indignada por acá del otro lado, eso se ve feo, es más miles de salvadoreños radicados en este país también lo sintieron así.
Son nuestros hermanos que lastima que tienen “que pasar todo eso”, me comentó una paisana en una de los supermercados angelitos, “pero eso nos hace más fuertes” dijo otra salvadoreña. “Ellos crecerán con esta experiencia, porque así somos los salvadoreños”, recalco. Talvez sea así, pero creo que no se vale que no hicimos nada para colaborar y hacer más fácil la odisea de los 217 jóvenes que llegaron para representar a El Salvador.
Indignante serie que a su regreso sean recibidos con bombos y platillos, como héroes, tal y como sucede con los emigrantes, que mientras van en ruta son titulados como delincuentes, al pasar la frontera y lograr desarrollarse en esas tierras, se convierten en hermanos lejanos, héroes salvadoreños, en fin tantos elogios.
La delegación que representa a El Salvador en Los Ángeles, esta integrada por diferentes centros educativos, entre ellos estudiantes del INFRAMEN; pertenecientes a su banda de paz. En la imagen la banda durante las pasadas fiestas agostinas, en San Salvador. Foto: Iván Escobar
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