11 may 2013

Un homenaje al poeta Roque Dalton

14 de mayo día de la poesía


Por: Iván Escobar

La Asamblea Legislativa aprobó en la Sesión Plenaria de este jueves, el dictamen favorable de la Comisión de Cultural y Educación, que declara el 14 de mayo de cada año "Día Nacional de la Poesía", un homenaje al poeta salvadoreño Roque Dalton.La aprobación se da en el marco del 38 aniversario de su asesinato; el poeta Roque Dalton fue asesinado el 10 de mayo de 1975, hecho que hasta hoy sus familiares siguen pidiendo justicia.

La declaración de esta fecha llegó al Congreso con iniciativa del FMLN y la familia del poeta. El Diputado Yohalmo Cabrera, agradeció a todas las bancadas legislativas que este jueves apoyaron con sus votos.
El dictamen contó con el respaldo de 47 legisladores y legisladoras.

"Es un dictamen importantísimo para la vida educativa de los salvadoreños y salvadoreñas, el 14 de mayo a partir de hoy es un homenaje a todos los poetas salvadoreños, pero principalmente al memorable, al inmortal Roque Dalton. Queremos agradecer a todos, por este apoyo, por este respaldo. Hoy el calendario cívico del país tendrá un motivo fundamental para seguir cultivando los valores, las buenas costumbres entre los estudiantes, la poesía alimenta el alma", expresó el Diputado Cabrera.

Dalton y su vida

Dalton nació en San Salvador en 1935, fue un poeta cuya obra, de estilo coloquial y socialmente comprometida, fue partícipe de la renovación de la lírica latinoamericana de la década de 1960. Nacido en un popular barrio capitalino, en su juventud Dalton cursó sus primeros estudios en los colegios religiosos Santa Teresita del Niño Jesús y Bautista, para ingresar posteriormente en el Externado de San José, donde en 1953 obtuvo el graduado como bachiller.

José María Méndez hijo, quien falleció el año pasado, comentó en más de una ocasión que Dalton repres
Roque Dalton. (Fotografía tomada de internet)
entó a una generación vigorosa, de jóvenes inquietos, bromistas y que vivían la vida. De joven compartió en más de una ocasión sus locuras y sus vivencias con muchos, Don Chema, como le decíamos mucho, lo recordaba como el joven poeta y alegre que siempre visitaba la casa de sus padres.


Y es que la literatura de Dalton, su poesía tiene un peso fuerte y vigencia en pleno siglo XXI. En las épocas de la dictadura, y la represión la poesía de Dalton fue la luz de una generación, de un pueblo que buscaba liberarse del yugo de la represión.

Su biografía destaca que “por desavenencias con los dirigentes izquierdistas de su país, en 1967 abandonó el Partido Comunista y se mantuvo al margen de su militancia política hasta que, en 1973, regresó a El Salvador para alistarse en las filas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), donde tomó el pseudónimo guerrillero de Julio Delfos Marín. Tras colaborar activamente con esta organización clandestina partidaria del enfrentamiento directo y la lucha armada, por oscuras razones que nunca se han llegado a aclarar fue perseguido, juzgado y ejecutado por sus propios compañeros de armas, que abandonaron su cuerpo en un paraje agreste donde fue despedazado y devorado por las fieras. Esta ejecución desencadenó airadas protestas en los círculos intelectuales, especialmente entre los escritores hispanoamericanos, abanderados en su condena por el argentino Julio Cortázar”.

Quien no recuerda el Poema de Amor, musicalizado hoy en día, en diversos géneros, escenificado, y fuente de inspiración para exaltar la identidad local. Este poema a la fecha pone nostálgicos a muchos, al leer frases como: “los que nunca nadie sabe de dónde son, los mejores artesanos del mundo, los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera, los que murieron de paludismo o de las picadas del escorpión o la barba amarilla en el infierno de las bananeras, los que lloraron borrachos por el himno nacional bajo el ciclón del Pacífico o la nieve del norte, los arrimados, los mendigos, los marihuaneros, los guanacos hijos dela gran puta…”.

En el libro: “Roque Dalton entre el exilio y la muerte”, de Ricardo Mendoza Alberto, es una muestra de cómo el poeta se ha convertido en los años posteriores a su asesinato en fuente de inspiración para muchos artistas locales, en este monólogo dramático el autor “mantiene viva la presencia de Dalton cuando recorre el tiempo y el espacio representando esta obra”.

Alta Hora De La Noche es otro de los poemas Dalton, ahí pedía insistentemente: No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre, Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre”. A casi cuatro décadas de su desaparición física su nombre resuena no solo en su tierra sino en diversos rincones del mundo, es uno de los poetas salvadoreños inmortalizado en sus textos y que sobrevive a los tiempos.

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