29 ago 2010

Papel de la prensa y el papel prensa


Por: Iván Escobar


Por años grandes y pequeños empresarios pagan impuestos al Estado para lograr desarrollar las economías internas. Es parte de las dinámicas económicas en el desarrollo de nuestras sociedades.


Sin embargo, en este sector los hay de todo tipo, aquellos que se niegan a pagar por diversas razones, los pequeños por ejemplo enfrentan grandes dificultades para lograr competir en los mercados económicos actuales quedando al final en desventaja ante los grandes conglomerados empresariales, imposibilitándoles el cumplimiento de sus compromisos con el fisco.


Aunque hay excepciones y muchos de estos pequeños empresarios son responsables y logran cumplir con el pago de sus impuestos, pero también los hay de aquellos “grandes empresarios” porque no decirlo y que los han señalado anteriores gobiernos y actuales, como los que se hacen del ojo pacho a la hora de pagar impuestos.


Se ha dicho incansablemente que son este tipo de empresarios quienes se niegan a pagar sus impuestos, de hecho evaden de diversas formas sus compromisos con el fisco. Lo que se traduce en menos recaudación fiscal y menos fondos para atención de las necesidades del gobierno.


Estos dos escenarios son constantes en nuestros entornos, en nuestras frágiles economías que sufren el yugo de la imposición de monedas extrañas a las nacionales, y que son parte de la política que han arrastrado a nuestras sociedades a ser expulsoras de su gente, que desesperados migran año con año en la búsqueda del anhelado “Sueño americano” y últimamente considerada la “pesadilla de la muerte”. Antes los gobiernos llamaron a estos hombres y mujeres “hermanos lejanos” porque pasaron de ser pobres migrantes ilegales, a personas reconocidas por sostener nuestras frágiles economías, hoy les dicen por ello “la diáspora salvadoreña”, hondureña, guatemalteca, nicaragüense, etc., etc., etc. que siguen siendo un pilar en las economías locales.


Ambas situaciones son graves, las frágiles economías y las migraciones son los signos del gran cáncer de nuestros pueblos: LA POBREZA.


Sin embargo esto no es noticia en las salas de redacción o edición de los grandes medios de comunicación, sino que son “temas atractivos”, “de interés social” cuando la migración deja muertes, cuando pobreza se traduce en la mayor expresión de odio, inseguridad social y hasta muertes.


Del porque del titulo de este artículo se preguntaran y la relación que en el contenido del mismo que se desarrolla. Es simple y se resume en dos cosas: en este país como en otras latitudes de este mundo, la prensa sigue ignorando los grandes males, las raíces que generan los actuales problemas, así como la falta de profundidad en las investigaciones para permitirle a nuestras audiencias, lectores y televidentes, ser sociedades informadas para lograr tomar sus propias decisiones.


¿Qué función hace hoy la prensa? Es la pregunta del millón, mucha gente cree que no es la mejor ya que el poder económico y político ha filtrado a los medios de comunicación quienes ahora se preocupan más por defender los derechos empresariales, de los grandes medios de comunicación. O sea el derecho de defender la libertad de empresa, al Libre comercio, aval a los Tratados de Libre Comercio (TLC), acuerdos de asociación económica que son suscritos entre los gobiernos de estos pueblos pobres y solitarios frente a naciones grandes y económicamente fuertes.


Otro de los puntos que aquí esta claro es la falta o mejor dicho el abuso del gran empresariado, llámese en este caso los dueños de los medios impresos que gozan de ciertos beneficios. Como el no pago de impuestos o exoneración del pago del papel importado.


La Ley de Imprenta en su artículo 8 dice textualmente “las imprentas no estarán sujetas a ningún impuesto ni caución. Para los efectos de esta ley, se tendrá como imprenta, lo referido a la producción, difusión o venta de periódicos, revistas, folletos, libros, manuales, hojas sueltas, de carácter divulgativo o intelectual o en general, vinculados a la libre difusión del pensamiento. La importación y la internación de los productos mencionados en el inciso anterior, no estarán sujetos a ningún tipo de impuesto, derecho o caución”, según la normativa vigente desde 1950.


De seguro, si el gobierno actual –bueno en el pasado políticos propusieron una reforma a la Ley- para poner impuesto a la importación de papel periódico, se generaría un nuevo debate. De hecho en el pasado, ya un fuerte grupo editorial reconocido y de gran influencia puso el grito en el cielo por estas ideas.


El Diario de Hoy, en una nota publicada en enero de 2004, cuestionó las intensiones en el congreso salvadoreño, que impulsaba el Partido de Conciliación Nacional (PCN), de derecha y que su candidato presidencial de esa época proponía justo una reforma a esta legislación, la cual desde luego fue rechazada, pero tenía el visto bueno de otros políticos que consideraban que era justo una reforma.


Jorge Villacorta, diputado de Convergencia Democrática, en esa época dijo a ese rotativo que “si la televisión y la radio pagan impuestos por importar materia prima, todos (los medios) de deberían hacer lo mismo”, recoge en esa edición este rotativo.


Es por ello, que hoy en día no es de extrañarse que los principales rotativos en los últimos días den espacio amplio a temas externos, pero según ellos cercanas realidades, como ha sido el caso argentino, donde el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, “declara de interés público la producción de pasta celulosa y de papel de diario y la distribución y comercialización de este bien”, dice la edición de Diario El Mundo, del pasado 27 de agosto de 2010.


Este caso como siempre se caracteriza por choque entre un gobierno de corte progresista o de izquierda, frente a uno de los conglomerados empresariales de medios de la región latinoamericana, como es el Grupo de Medios Clarín, que en la actualidad un 49% de las acciones de la empresa argentina “Papel Prensa” ante un 27% que posee el Estado. Esta disparidad intenta modificar el gobierno de esa nación, pero el mismo ha generado choques entre el empresariado de esa nación y funcionarios. El caso es interesante, pero volvemos a ver como la prensa local arrastra la temática y envuelve de ideas a la gente, en temas lejanos pero que los acomodan a la realidad local, sin profundizar en los problemas locales, que son para mi de mayor importancia.


El tema como siempre se califica de un atentado a la Libertad de Expresión, acaso cobrar impuestos es pecado? Creo que nos sino las grandes naciones nunca hubieran existido o los reinados del pasado.


¿Por qué en El Salvador cuando se habla de pago de impuestos, de respeto a la Ley, de exigirle al empresariado que cumpla no se hace? Y es un sinónimo de mala palabra estos temas.


Preguntémonos ¿qué papel juega la prensa en El Salvador? ¿Son los empresarios salvadoreños serios y responsables? ¿Los más pequeños seguiremos sosteniendo con el pago de impuestos la economía dolarizada que nos heredaron los gobiernos areneros?


Esa es la realidad que tenemos.


No hay comentarios: