Iván Escobar
Texto y Fotos
La tranquilidad de las familias que residen en las humildes viviendas de cartón, lámina, plástico u otros material, se rompe cada amanecer, cuando el paso del tren inicia sus operaciones, entre los municipios de Apopa y San Salvador.
El recorrido permite movilizar diariamente unas 500 personas, y aumentar la intranquilidad de cientos de familias que habitan a los largo de este tramo.
Muchos han comenzado a ver la luz al final del tunel. Por años han reclamado la legalización de parcelas o lotes donde habitan, que estan en la zona aleñada a la línea ferroviaria.
Este año la Asamblea Legislativa, aprobó la Ley de Desafectación y Traspaso de los Terrenos del Tramo Ferroviario en Desuso, que beneficiará a unas 18 comunidades ubicadas a lo largo de la línea férrea.
No obstante, son miles los que aun siguen en espera de una solución y sobretodo que se frene el paso del "Caballo de hierro".
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